Pastoral: #JuevesSanto👣🍞🍇✨

#JuevesSanto👣🍞🍇✨

“También ustedes deben lavarse los pies unos a otros” Juan 13, 14-15

Los pies evocan una de las partes más necesitadas de nuestra humanidad: son los que soportan todo el peso del cuerpo y nos servimos de ellos para pisar la tierra que habitamos. Los pies duelen, se ensucian, se llagan y se lastiman. Difícilmente encontraremos un par de pies intactos en el peregrinar de la vida.

Y Jesús es alguien que lava los pies. Que no permanece indiferente ante el cansancio, los dolores y las heridas de aquellos y aquellas a quienes ama.

Podríamos decir que un modo de amar, su modo de amar, es el de lavar los pies.
Jesús se hace presente en cada uno de nosotros. Tanto en el herido que necesita que atiendan sus heridas, como en quien gratuitamente se hace cargo de ellas lavándolas con ternura y cuidándolas para que sanen.

Me ha tocado muchas veces dejar que otros cuiden de mí y de mis heridas. Y descubrí que requiere tanta pero tanta humildad. Reconocerme débil y necesitada de las manos y la ayuda de otros implica aceptar que no soy autosuficiente. Que sola, muchas veces, no puedo.

Al mismo tiempo, puedo ver que no ha sido otra, sino la herida, la que ha ido enseñándome a acercarme con ternura a las heridas de los demás. Que la herida no es simplemente dolor. También es maestra.

Y me enseña, cómo Jesús con sus llagas, que el herido ama más y mejor. De una forma extraña, lo reconozco. En general, no la entiendo. Ya no busco entender.

Lo que sí voy descubriendo es que es la vida la que late detrás de la fragilidad y del barro de los pies. Es la vida la que pide de cada uno de nosotros y nosotras que seamos hermano y hermana que lava los pies y se deja lavar los pies.

No busco entender. Busco entregarme a este modo de vivir. Porque algo me dice, desde lo más hondo de mis entrañas, que esta es la mejor vida. La que vale la pena vivir.

#semanasanta2021
📝Ilustración de @juliimarengo